¿Qué pedo?

Las noticias cunden, igualito que el miedo.
.
Algo pasa que, como en las películas apocalipticas, comienza a ponernos nerviosos a todos. Se ha oído y leído de todo, desde que el problema es mucho peor de lo que se dice, que es un ataque terrorista, que alguien soltó un virus terrible en México a propósito de la visita de Obama, que es un virus interplanetario, que no es gripe sino algo peor flotando en el ambiente o que es una distracción para justificar una crisis sin precedentes. El caso es que a estas alturas el miedo comienza a apropiarse de nuestras agendas. Ya hay enfermos en muchos lugares del mundo y países donde a la influenza porcina le han dado el nombre de "gripe mexicana".
.
Sin lugar a dudas, morirnos no está entre nuestros proyectos para 2009, tener una confortable temporadita en la cama de un hospital tampoco. No he de decir que estoy tronándome los dedos ni que ya pandió el cúnico, pero si comparto el nerviosismo. En alguna medida me alegra estar retirada y bastante lejos de mi querida Ciudad de México, pero por otro me preocupa y mucho lo que está pasando: Cierre de escuelas, cancelación de eventos públicos, cierre de cines, de teatros, de museos, suspensión de misas, de eventos como la Feria de San Marcos. Al parecer se decretará también el cierre de supermercados y restaurantes. Al parecer ya se decretó que la fuerza pública puede entrar a tu casa si hay sospecha de un enfermo, o que en las terminales y puertos aéreos pueden detener a la gente con síntomas. Es una situación que nomás había visto en películas, todas terribles.
.
Creo que es tiempo de fe y un llamado de atención, no sé para qué, pero vale la pena ponernos a pensar. Después de todo, vivir es muy, pero muy bonito.