Y volver, volver, volver...


A veces volver es un proceso lento... se va anunciando, vas preparando a los amigos, anuncias el día y regresas con bombo y platillo. Yo, en cambio, pasé por un proceso de silencios, de rehacerme, de salir de la depre, de encontrar muchas cosas de mí misma. También quiero volver poco a poquito... pero para hacerlo no voy a decir que mañana o pasado ya estoy de regreso, no, en vez de eso anuncio que


DESDE HOY YA ESTOY TRABAJANDO


SERÁ POR UNA TEMPORADA CORTA.


No quiero de nuevo cansarme, así que trabajaré poquito unos dos o tres días, volveré al reltiro y así...


SI QUIERES UNA CITA CONMIGO LLÁMAME AL


044 5520818345


¡YaMAMÉ!

G

La felicidad es como el punto G... mucha gente dice que allì está, te partes la mother buscándola y picándole por todos lados para que aparezca, pero si lo logras y tocas en donde debe ser, hace que valga la pena todo el esfuerzo invertodo.


Bueno... eso lo sé porque ya en alguna ocasión me ayudaron a encontrar ese puntito, ahora trato con la felicidas ¿alguien tiene la respuesta?

¡GRACIAS!


Cuiosamente, lo menos atinado que pude poner en el post anterior, antes de ausentarme de mi changarro por casi un condenado mes fue... ¡Aquí estoy! Pues después de eso... ni mis luces... ya lo dijo Lulú, estoy pasando por un momento difícil, algo de lo que poco a poquito voy saliendo. Eso me ha tenido un poco lejos de la computadora y del buan hàbito de venir seguido a contarle mis cosas a una pantallita que me ha llenado de amigos, de amigas y de gente buena que me ha enseñado que existen cosas bien padres... fue una metida de pata ponerle a ese posta ¡Aquí estoy! y regresar bien campante cuatro semanas y 82 comentarios después... sin embargo, no es tan choro... aquí estoy, en cada uno de los post que me anteceden y en cada uno de los amuigos que me regalan su tiempo y sus retinas.


Gracias por el cariño, por los saludos, por los deseos, por la preocupaciòn, por la manifestación y por ser tan chingones... Son tiempos bien pinche difìciles... llueve adentro y afuera y hay que ser canijos para salir al quite. Pero como dicen por ahí: yo me doblo, pero no me quiebro. Acá estamos, aunque no estemos... Espero seguir leyéndolos y, sobre todo, no volverme a perder por tanto tiempo.


Los quiero un chingo

Fernanda... ¿a veces?