¡IMPORTANTE!


Cuidado. Tengo un problema que puede ser serio. Si quieren contactarme usen sólo mi actual número telefónico: (044) 55 2092 8920.

Como ustedes saben, he perdido muchos teléfonos celulares, de algún modo esa es una de las cosas que me caracterizan. El caso es que me han informado que alguien tiene uno de mis teléfonos anteriores o al menos uno de los números que en algún momento llegué a usar y que lo contesta, si pides por Fernanda, te atienden y se ponen de acuerdo para mandar a una mujer algo ruca que, desde luego, no soy yo. Por favor, sólo llamen a mi teléfono oficial que es el que aparece aquí en mi página, no vaya a ser que, no sólo sea la tranza que les manden una vieja fea, sino que vayan a querer asaltar a alguien o algo asó, por favor mucho cuidado. Mil besos.

Lo que me faltaba... Una Fernanda ¡Pirata!

Sólo por hoy

Pues como dirian los triple A, sólo por hoy... se extiende la promoción:
$1,700.00
el servicio
Lláme ya...
55 2092 8920

Qué vengan los bomberos

Hacía como dos años que no iba hasta Satélite. Parece cerca. Lo ves en un mapa y aparentemente está casi pegado a Polanco. No me explico entonces porqué ir hasta allá sea como ir a otro planeta. El tráfico está tan vuelto loco que se te puede ir la vida nomás en avanzar de ejército nacional al puto hoyo que otrora era el toreo de cuatro caminos. De allí en adelante, y por increíble que parezca, la cosa empeora. Más o menos a la altura donde el Distrito Federal se convierte en Naucalpunk, se hace un condenado embudo más apretado que un trasero con almorranas. Pasar por allí es cuestión de armarse de valor y más paciencia que un monje tibetano.

Llega un momento en el que el tráfico comienza a cobrarme una maldita jaqueca y no he avanzado ni tres metros. Tanto coche casi estacionado pone de malas a cualquiera, especialmente cuando llevas más de quince minutos viéndole las nalgas y fumándote el escape destartalado de un guajolotero. Aprovecho la distracción de una ñora en una vagoneta repleta de chavitos que brincan de un lado a otro. Me da pena su cara de solicitante de eutanasia, pero de cualquier forma me agandayo y le aviento la lámina. Bip, bip, gritan las bocinas de los que le reclaman la distracción. A ciertas horas en imperdonable dejar que un coche se meta en la fila. De nuevo me detengo, no es posible avanzar otro centímetro...

Llámame 5520928920



black


¡Muchas gracias!


Muchas gracias a todos quienes me felicitaron por mi cumpleaños. A estas alturas, ya una debe comenzar a celebrar la cuenta regresiva.

Muchas gracias a todos quienes me han acompañado en este tiempo


Tal vez algunos ya leyeron la columna de hoy. Para no hacer el cuento largo pedí tregua.


Sin ser una despedida definitiva, me di unas vacaciones del periódico. En otras palabras... Terminó Crónicas desde mi cama en el periódico Metro, al menos, en su primera etapa de tres años.


Estoy nostálgica y llena de sentimientos encontrados.


Un beso