4 AVISOS

Amigos, escribo para avisarles que
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AVISO 1
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HOY SÍ PODRÉ CHATEAR
AYER NO PUDE ESTAR A LA HORA DE SIEMPRE EN EL CHAT DE LOS MIÉRCOLES
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A CAMBIO,
HOY JUEVES 1 DE MAYO A LA 1:30 PM
(13:30)
ME VOY A DAR UNA VUELTECITA POR ACÁ
Y PODREMOS CHATEAR UN RATONCITO
Nos vemos mañana
NO FALTES
Allí podremos charlar sobre muchas cosas, se pone divertido
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AVISO 2
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PROXIMAMENTE ME DARÉ UNA VUELTECITA POR
TOLUCA
Y ESTARÉ ALLÁ DANDO SERVICIOS
SI ERES TOLUQUEÑO Y TE INTERESA CONOCERME
MANDA UN MENSAJE A MI TELÉFONO Y VAMOS RESERVANDO
FECHA Y HORA PARA PONERNOS DE ACUERDO.
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AVISO 3
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Una disculpa a todos quienes han tenido broncas con
mi teléfono, a veces me es imposible contestar.
Si te ha costado trabajo llamarme por teléfono
y te interesa concertar una cita conmigo
MÁNDAME UN MENSAJE CON TU NÚMERO
TELÉFONICO Y CON GUSTO YO TE MARCO
PARA PONERNOS DE ACUERDO
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AVISO 4
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PIPO, PIPO, PIPO
Llámame o escribeme plís
Te mando mil besos

Buscando a PIPO

Otra vez Canal 5 al servicio de la comunidad.

Hola Pipo, he tenido mala suerte con tus llamadas. Ojalá puedas mandarme un mail a fernanda@fernandasiempre.com.mx para poder responderte directamente o llamarte yo si me mandas tu fón por mail.

Besitos
Fer

¿Qué será?

Pues sí mis amigos. Muchas gracias a quienes participaron en mi tímida encuesta sobre la gallina y el huevo… digo, sobre si la prostitución es o no el oficio más antiguo del mundo. Fue para mí muy rico leer opiniones que van desde el comportamiento de los simios hasta las putas sagradas de Babilonia.


Es bueno saber que las chimpancés cambian ratos de placer por bananas, a Charlton Heston (qepd) le habría venido muy bien saberlo cuando anduvo dando el rol por el planeta de los simios ¿no? Al menos yo sí he tenido algunos conocidos cuyos modales y exuberancia capilar, me hace imaginarlos bien guardaditos en la sección de primates de Chapultepéc. De cualquier forma no sé, habría que preguntarle a Tarzán si su onda con Chita fue de puro corazón o si le pagaba por sus servicios.


Lo de la prostitución sagrada creo haberlo leído en un librillo donde además decían que la magia de nuestra profesión dura nomás once minutos. Yo la neta creo que dura, lo que dura… dura ¿me explico? Suena encantadora la idea de una ciudad en la que todas las mujeres, antes de casarse, tenían que ofrecerse como putas a los viajeros en un templo. Las más guapas se vendían bien y se levantaban el mismo día que se ponían. Se echaban sus brincos y ya eran libres para hacer su vida. El purrúm lo tenían las feas, que según dicen, podían pasar meses esperando cliente y nanais.


El caso es que nada de eso demuestra que el mío se el más viejo de los negocios. Creo que me quedo con la prudente respuesta de Angie: No sé. La neta es que no me gusta pensar que vivo en un mundo en el que lo primero que se compró y vendió fueron las nachas de una guapa cavernícola, pero si así fue, pues ¡Iabadabadú!

¡Ay güey, se mueve la tierra!

Una disculpa

a quienes estaban hoy chateando conmigo. El sistema me sacó por accidente y ya no pude volver a meterme. Un beso a todos y gracias por estar allí. Chateamos pronto.

Besitos
Fer

¡Iabadabadú!

A ver, cómo decía Nino Canun cuando yo era una morrita... ¿Usted qué opina?

¿Es la prostitución el oficio más antiguo del mundo? ¿Sí? ¿Por qué? ¿No? ¿Por qué?
Anden. Se aceptan y leen toda clase de opiniones y comentarios sobre el tema... ¿Somos o no somos la más ruca de las profesiones? ¿Hay prostitución desde tiempo de los Picapiedra?

Usted... ¿Qué opina?

Aurora

Para que vean que siempre estoy pensando en ustedes y en consentir su pupilas, acá les dejo de regalo un videito que le tomaron a mi amiga Aurora para que al menos sepan cómo es. Espero que lo disfruten tanto como yo.

Besitos XXX

INFORMANDO

Amigos

Para no variar, ando con problemas en mis celulares. Así que por el momento es más fácil ubicarme en el

044 55 2145 5971

Llámenme a éste si quieren pasarla rico conmigo.

Besitos

Ese fuego...

Ayer estuve con un cliente al que veo con cierta regularidad. Un buen tipo. Cuarentón, caballeroso, simpático y solvente. Un mejor partido que una final América–Guadalajara. He estado con él varias veces y cada vez me demuestra más cariño. Ayer, sin embargo, noté en su mirada ese fuego que había visto ya en algunas otras. Ese que hace que un hombre que paga por un servicio y que solamente debería estar interesado en el sexo, los besos, las caricias y en dejarse consentir, ofrezca más de lo que se le pide y sea capaz de hablar de amor, de poner a tu disposición su futuro y prometerte casa, coche, seguridad. Ese fuego -el de la pasión- que hace que un hombre olvide su circunstancia y quiera volverse tu novio o amante e incluso te hable de fundar contigo una ¿familia?

Ya he pasado antes por situaciones como esa, hay hombres decididos a prometerlo todo… aunque después les sea imposible cumplir nada.
¿Casa? ¿Coche? ¿Seguridad?
¡Claro!
Para eso trabajo
PD. PIPO, COMUNICATE CONMIGO 045 44 3142 7494

CANAL 5 AL SERVICIO DE LA COMUNIDAD

HOLA
MENSAJE PARA MI AMIGO
PIPO
DE B.C.N.
SI LEES ESTE MENSAJE
PORFA COMUNICATE CONMIGO AL
044 55 3142 7494
NECESITO COMENTARTE ALGODÓN
BESOS
FER

¿Ser o no ser? Esa es la apuesta...

Iba hoy saliendo de un motel al que no voy muy seguido, cuando se me acercó el chico del room service. Me preguntó si yo era Fernanda. Creo que me puse tan colorada que no fue necesario confirmárselo. Inmediatamente volteó a ver al de la recepción y le gritó “te lo dije”, luego volteó y me confesó, con una sonrisa de oreja a oreja, que le había apostado a su jefe que yo era “yo”. Les puse un garabato en unos ejemplares de Metro y me despedí. Ya cuando me iba, el administrador, sacando un billetito de su cartera me pidió que al menos confirmará la verdad contando el incidente en mi columna, no le prometí tanto, pero me comprometí a que apareciera al menos un post en mi página y cómo lo prometido es deuda, helo aquí.

Besos
Fer

Elevador

Estaba esperando el elevador en un hotel cuando se acercó un hombre que se me quedó mirando. Al abrirse las puertas hizo un ademán caballeroso para sugerirme que pasara yo primero. Me sonrió y le respondí con el mismo gesto. Lo noté inquieto, como a punto de decir algo.
Bajamos dos pisos en silencio, pero cuando estábamos a punto de llegar a la planta baja, me preguntó con voz tímida:
-Disculpa…¿Eres Fernanda?-
-Sí- Respondí algo apenada. No puedo acostumbrarme a que me reconozcan.
-Oye y… ¿Estás trabajando?-
-Sí, de eso vengo. Ahora voy de regreso a casa-
-Este….-
Antes de que terminara la frase se abrieron las puertas del ascensor. Estábamos en el estacionamiento del sótano.
-Oye Fer… y… este…- balbuceó- Podrías quedarte y trabajar conmigo?-
-¡Claro!- contesté (de hecho me alegró ligar dos chambas sin tener que salir del lugar y manejar por el condenado tráfico).
Regresamos al elevador y subimos a su habitación. Mientras subíamos, le pregunté si antes de mí había estado con otra chica, pues es raro que un hombre solo salga de un hotel de paso, sin haberse antes consentido con alguien, en muchos de los casos, con alguna colega. Él me contó que no, que efectivamente había ido al motel con la intención de llamar a una chica de mi oficio, incluso me aseguró que su propósito era llamarme a mí, pero que no le había resultado.
Me platicó que se había instalado en el motel hacía poco más de dos horas lleno de ilusiones y con algunos números telefónicos apuntados. En cuanto consiguió cuarto, sacó su teléfono y comenzó a hacer llamadas. Me contó que, por coincidencia, fui la primera a quien llamó. Al principio no le creí, pero me lo demostró enseñándome que en la memoria de su celular estaba mi número entre los de reciente marcación. Como no le contestaba (le expliqué que no contesto el teléfono cuando estoy trabajando), buscó a otras chicas de las que se anuncian en las páginas de Internet y, casualmente tampoco las encontró disponibles. Una no podía, la otra lo mandaba a buzón, una tercera le dijo que iba, pero nunca llegó y yo no contestaba. Tras dos horas, harto de tanto marcar sin buenos resultados, decidió darse por vencido y dejar la habitación sin haber cumplido su propósito. Fue entonces cuando salió y se encontró conmigo en la puerta del elevador.
Cuando entramos en su cuarto le pedí que me dejara ducharme. Hacía un rato acababa de estar con otro cliente y nunca me ha gustado pasar de una cama a otra sin darme un buen regaderazo. Realmente me importa mucho que cada cliente sepa que está tocando y besando una piel limpia.Mientras nos bañábamos, mi cliente me contaba lo difícil que resulta, según su experiencia, contratar los servicios de una escort de las que nos anunciamos en Internet. Sobre todo estaba muy molesto con la chica que le dijo que iría y a la mera hora le canceló. Creo que hasta la tercera llamada de él, la chica le confesó que no podría llegar. Entonces me preguntó porqué suceden estas cosas.
Creo que hay un sinfín de razones y explicaciones para no acudir a una cita, pero la principal, es que no vendemos pizzas, ni podemos garantizar que cuando nos llamen hemos de llegar en no más de treinta minutos y bien calientes. Me pongo en su lugar y lo entiendo. Tiempo y dinero desperdiciado viendo televisión en una habitación de hotel, esperando con ganas de una tarde de pasión con una niña de buen ver y tener que regresar al tráfico de la ciudad sin más premio que su frustración, pero tendría que ponerse en los zapatos de la chica.
¿Saben cuantas llamadas recibimos al día? ¿Cuántas personas nos llaman diciendo que se instalarán en tal o cual hotel y cuán pocos vuelven a llamar ya instalados?
¿Se imaginan cuántos chicos se instalan en el hotel antes de preguntarte si tienes la tarde libre o, al menos, tiempo disponible?
Hay veces que por tratar de complacer y de quedar bien con todo mundo se le dice a un cliente que irás y luego las cosas se complican. No es algo premeditado. Yo, por ejemplo, cuando ya tengo compromisos o estoy ocupada prefiero no contestar. Para contratar los servicios de una chica de internet, lo mejor -antes de meterte en un cuarto de hotel- es que lo acuerdes bien con ella por teléfono, que arregles la cita con anticipación. Sólo habiendo asegurado lugar y hora, puedes tomar una habitación. Así no te quedas plantado.
Más o menos así se lo expliqué a mi decepcionado cliente. Cuando salí del baño me le acerqué toda mojada, caminé lo más sexy posible hacia él y muy, muy cerquita del oído le susurré con mucha dulzura: -Además tú saliste ganando, no habrá llegado la chica que dices, pero a veces lo que no llega, lo puedes encontrar en el ascensor- Le di un beso y solté la toalla.
Besitos
Fernanda, siempre

Me gustan las madrugadas

Me gustan las madrugadas. Como que es el momento del día en que mejor se puede pensar y hay menos alboroto. Durante el resto del tiempo la ciudad vive tal algarabía que es imposible salirse de la fiesta de ruidos. Es imposible ordenar las ideas. En cambio a estas horas, hasta se oye a lo lejos ladrar los perros.

Estoy entusiasmada. Acabo de terminar mi columna de mañana. En la tarde recibí una llamada interesante y mi zodiaco dice que vienen cosas buenas. Tengo muchas ganas de trabajar, presiento que en estos días habrá clientes con quienes me la voy a pasar de lujo.

En fin, tengo sueño, pero también tengo ganas de desestresarme un poco. Ojalá hubiera un buen samaritano dispuesto a darme un masaje en la espalda. Lo malo es que como no, tendré que recurrir a las caricias de Hércules. Mi nuevo dildo.

Les dejo un beso, voy a jugar un rato conmigo.

¿José Luis?

Ya tengo de nuevo dos nùmeros de celular:
044 55 3142 7494
y
044 55 2145 5971

A proposito de lo que publiqué hoy en Metro, donde cuento el final de mi affair con José Luis y hago referencia a que acá está el inicio de esa historia y, pues pa' que no la tengan que buscar, acá se las refresco, digo... la historia...

Mi primera vez:

José Luis era amigo de mi hermano. Yo tenía catorce y era virgen todavía. Algunas veces habría tocado el pito de algún novio de secundaria, pero no había gozado entonces de uno de a de veras. José Luis en cambio se las sabía de todas, todas. Eso, sin embargo, no fue obstáculo para que fuera yo quien tomara la iniciativa. Iba vestida con el uniforme de la escuela, falda gris un poco arriba de las rodillas, blusa blanca desfajada y ajustada, calcetas a los tobillos. Aquella tarde se había quedado de ver en nuestra casa con mi hermano, él venía con un retraso de una hora y estábamos solos. Le ofrecí una cerveza mientras esperaba. La puse sobre una mesita frente al él, pero al darme vuelta tropecé y la Corona se derramó toda sobre el sillón, el piso, la mesa y las piernas del galán. Instintivamente me arrodillé a secar con un trapo los lugares que había mojado.
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Comencé por el piso, la mesa, el sillón y terminé, no sé si deliberada o automáticamente, por pasar el trapo empapado por la pierna de José Luis. Como siempre me gustó, acostumbraba provocarlo desabrochando los botones de la blusa para que viera el nacimiento de mis pechos adolescentes pero ya de buen tamaño, de modo que en esa posición seguramente tendría una vista inmejorable. Mientras tallaba con delicadeza sus muslos, sentí como algo debajo de la tela comenzaba a hincharse. Tomé en mi mano el bulto como una niña curiosa que sujeta por vez primera un extraño obsequio, comencé entonces a jalarlo con fuerza y con velocidad, José Luis cerró los ojos, tomó mi mano y le dio un ritmo más lento y acompasado.
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Sacó su pene por la bragueta y lo puso en mis labios, estaba tibio y húmedo, yo estaba entre el miedo y el asco, pero no podía dar marcha atrás, tenía que hacer algo, seguir, así que lo besé, pasé los labios por los costados y sentí cada movimiento de esa piel suave y delgada, llena de venas y nervios que dibujaban sus veredas en mi lengua. Recorrí un hilito de carne que se tendía como una costura a lo largo de aquella cosa. Expelía un olor ácido y penetrante, no quería más y sin embargo mi sexo comenzó a hincharse y a humedecerse incontrolablemente. Fue entonces cuando con una de sus grandes manos tomó mi cráneo y empujó su verga dentro de mis labios. Me la tragué toda, nuevamente su mano experta comenzó a enseñarme el ritmo que debía dar a los movimientos de mi cabeza y sus gemidos y contorsiones me aclaraban cuando estaba haciendo un buen trabajo con la lengua. Su enorme equipo me ahogaba y se clavaba ansioso en mi garganta, sin embargo, yo lo disfrutaba. Saberlo a merced de mis dientes, expuesto al capricho de mis mandíbulas me entusiasmaba.
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De pronto decidió arrebatarme el caramelo de la boca, me tomó por las axilas y me levantó en vilo. Me colocó de rodillas sobre el sillón en el que se encontraba sentado, con la cara hacia la pared y las manos apoyadas en el respaldo, rompió mis bragas de un jalón, haciéndome daño, y colocó su enorme pito en la vulva que latía escandalosamente, como un corazón expuesto, colorado y palpitando entre mis piernas. Entonces un miedo intenso se apoderó de mí, mis piernas flacas temblaban ante la inminencia de una penetración impensada. Mi sexo, sin embargo, chorreaba dispuesto por el instinto del placer. José Luis se colocó y empujó suavemente hacia mi un par de veces, la tercera embistió con toda su fuerza, penetrándome salvajemente y de un solo golpe. Se quedó quieto entonces, yo sentí que me había partido en dos, sentí dos arroyos tibios que bajaban lentamente, uno por cada una de mis piernas. Solté un grito sordo y alce la cabeza hacia el techo. Me tomó por el pelo y comenzó a moverse, el dolor era infinito, insoportable, casi tanto como el placer que me provocaba.
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No voy a dar más detalles, basta con contar que durante más de un año mantuve relaciones con él a escondidas. Cómo podía ser de otro modo, tenía treinta años y estaba casado.

(Publicado originalmente el 15 de mayo de 2006)
Yarko, un besototote. Gracias por estar al pendiente.