NUEVO NUEVO TELÉFONO


JA JA JA ¿PODRÁN CREERLO?...
VOLVÍ A VOLVER A PERDER MI FÓN
YA NO ES EL QUE PUSE LA SEMANA PASADA

AHOPRA SI QUIEREN LLAMARME PARA SERVICIOS,
PLÍS QUE SEA AL
044 55 2145 5971

Hoy en Metro. Chicas Superpoderosas


"Descubrí por casualidad que las chicas tenemos un don maravilloso. Algo así como un súper poder que, si lo usáramos todas y al mismo tiempo, haríamos de éste un mundo realmente divertido..."

¿Se imaginan si un día las chavas nos portaramos como actrices de películas porno por todos lados? Si al subir al taxi y le pedimos al chofer que se orille tantito pa' conocer lo que tiene entre las piernas, o si nos le desnudamos a un vecino en el elevador o al pizzero cuando llega caliente y en menos de 30 minutos...

La neta que haríamos muy felices a los hombres y ese, creo, es un sùper poder.

¿o no?
Besos

Hoy en Metro

Hace tiempo hice el amor con un señor que acababa de ganar una muy buena lana en uno de esos establecimientos donde hay maquinitas y otros juegos para hacer apuestas. Creo que les dicen Yaks. El tipo estaba emocionadísimo y decidió contratarme pa’ celebrar su buena suerte. Era tal su euforia que estoy segura de que no estaba disfrutando tanto el tenerme desnuda y en su cama, como el hecho de que todo eso lo estaba pagando con el dinero que le escupió su fortuna en la pantalla de una maquinita dadivosa.
Yo nunca había ido a un lugar de esos, pues no soy muy afecta a las apuestas. Siento que es una manera de tirar el dinero. Si como dice el dicho: ¡La casa siempre gana! entonces ¿Por qué volverme cliente de una empresa donde el cliente siempre pierde? Neta que no lo entendía hasta ayer, que por primera vez fui a uno de esos lugares. Entonces, como buena observadora, no sólo entendí qué inspira a los apostadores a dejar todo lo que tienen en esas maquinitas de persistencia y azar, sino creo que como revelación entendí uno de los secretos de este otro juego difícil que llamamos amor. Ay les va mi teoría:
Un apostador nace casualmente. Un día llega se sienta frente una maquina y sale con tres o cinco mil pesos. Quienes tienen más suerte se llevan cientos de miles. Muchos, lo tomarán como un golpe de suerte, se gastarán su dinero y no volverán más que ocasionalmente al mundo de las apuestas, pero habrá uno que se siente realizado por su pequeña o gran ganancia y no aguanta el impulso de volver. Tiene fe en que la suerte está con él o ella y confía en que en su nueva visita volverá a salir forrado de billetes, muchos más seguramente, que en su primera vez.
En la mayoría de los casos, la segunda visita es un desastre. No sólo sale sin haber ganado, sino conciente de que apostó mucho más de lo que había pensado originalmente. Pensaba invertir unos doscientos pesos y retirarse si los perdía, pero cuando se acabaron, él gastó, más y más, siempre con la esperanza de recuperarse. Se va de allí cuando de veras no tiene un peso más pa’ echarle al juguetito. Si no se detiene en ese momento, está perdido. Lo más probable es que acabe arruinado.
Tendrá días de suerte, claro, y entonces contratará a una güerita para hacerle el amor frente a un espejo y se sentirá el rey del mundo, pero lo más probable es que lo que gane no le sirva ni para compensar todo lo que ha invertido tratando de recuperarse y el juego vuelve a comenzar hasta el infinito.
Hay amores con los que pasa algo muy parecido. Conocemos a alguien con quien nos sentimos muy bien. Nos gusta como se ve, nos interesa lo que dice, su olor nos entusiasma, nos divertimos con él, nos hace sentir seguras. De pronto algo pasa. Ya no sólo estamos a gusto, sino que comenzamos a sentir cosquillitas en la barriga. Vienen las citas, las caricias, los besos, la pasión… Te abandonas a las deliciosas sensaciones que estás viviendo y decides que quieres amar. Eso, que un día comenzó con una llamada inesperada que dijo “Soy fulano, cómo ‘tás” y qué te llevó superar las dudas, a dar un primer beso, a un primer acostón, se convierte en tu ilusión y en tu motivo. Cuándo un día te despiertas pensando en él y te dices ¡Ay güey! ¡Lo amo! Cuidado: Haz cazado tu apuesta.
Hay entonces dos posibilidades. Una, que él también te ame y, como en cuento de hadas, sean felices para siempre. Sí es así ¡CHIDO!. En el mundo de las apuestas eso sería como sacarse el Melate con todo y revancha. Lo más probable es que el sujeto de tu amor ande en otra sintonía y, aunque la pase chido contigo, no haya todavía comenzado a pensar en el nombre que le pondrá a los hijos que tendrán juntos ni a decidir el color de las cortinas de su baño. En ese caso, él se convierte en tu maquinita tragamonedas y tú te vuelves la compulsiva apostadora. Tus acciones, tus sentimientos, tus detalles y tus palabras son tu apuesta.
Te dejarán plantada, vas a esperar la llamada que nunca llega, a darte cuenta que él siempre tiene algo más importante qué hacer, el fútbol, los cuates, los chupes, la ¿chamba?. Te darás cuenta de que tú piensas en él todo el tiempo y el no se toma dos minutos para ti. Claro, habrá días de suerte, sobre todo con los hombres, porque esos cuando quieren coger son capaces de bajarte el cielo, la luna y las estrellas. En un arranque de irresponsabilidad y quién sabe pa’ qué, son capaces de prometerlo todo hasta de jurarte amor eterno. Entonces sientes que todo vale la pena y sigues apostando. Ya para ese momento puedes perdonarlo todo. No importa que te ponga el cuerno o que siempre te quede mal. No importa que estés conciente de todos sus defectos, has apostado tanto que no puedes retirarte. Sabes que de quedarte solamente seguirás perdiendo, pero sencillamente no puedes levantarte. Quieres recuperarte, ganar, sentir que te ama, aunque sabes que si así fuera, no necesitarías luchar por él, si te amara, él lucharía por ti. Porque lo más curioso en estos rollos de las apuestas del corazón, es que en esto no hay buenos ni malos, a todos nos toca alguna vez hacerla de víctima y otras de victimarios.
En pocas palabras, yo ya me estaba volviendo la maquinita tragamonedas de mi querido guapo y como la neta no me gusta hacer sufrir a nadie, esa historia terminó. Así que vuelvo al ruedo, solterita y disponible. Abran sus apuestas, que la casa pierde…
Besos
Fernanda

Vacaciones

Bueno, pos siguiendo con eso de poner acá algo de lo que publico en el periódico para dar pie al cuchicheo, ay va:
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"Algo que me gusta de estas fechas es que una buena parte de los defeños están en Acapulco, en Oaxtepec, en Iztapalapa o formados en alguna de esas filas interminables que se hacen en las casetas de cobro de las carreteras. Los que nos quedamos en tierra chilanga, no somos tan pocos como pa’ que la ciudad se vuelva aburrida, ni tantos como pa’ que siga siendo el tumulto de siempre.

Son cuatro días de cada año en que esta ciudad se da un respiro. Es como si de pronto se anunciara que la capirucha chocó contra un iceberg y a todos los que la habitan se les quemaran las habas por dejar la nave. Agarran cuanta cosa hay en el clóset, el ajuar completo de trajes de baño, shorts y playeras, algunos víveres y enseres de supervivencia básica (sartén, asador, hielera y chelas) y se embuten en cada carro y camión disponible rumbo a alguna de las salidas de la ciudad. Definitivamente creo que estos son los mejores días para estar en esta ciudad y los peores para abandonarla.
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Pero no siempre fue así, yo antes era de las que se unía al ejército de chilangos urgidos por escapar en estos días..."

Rutinas (anuncio para los CHATEROS)

He estado pensando y me doy cuenta de que mi vida se había montado en una suerte de inercia. A saber y sin contar las actividades orgánicas (comer, dormir, cagar), reparto mi tiempo entre tres actividades:

Una, escribir cosas a veces absurdas, otras atrevidas y, con surte, algunas divertidas que se publican en el periódico Metro y/o en mi página de internet;

Otra, vivir una vida normal. Protegida por el semianonimato que me da el hecho de que las fotos que publico en el periódico vengan estratégicamente con el rostro cubierto. Tengo novio, perro, amigos y vivo las mismas cosas que cualquier chava de mi edad, sólo que con más sal y pimienta, y;

Tercera, para ganarme la chuleta y llenar de centavos el cochinito, rento ratos de sano esparcimiento a caballeros solventes que tengan ganas de hacer el amor con una güerita guapetona y dicharachera y que estén dispuestos a pagar por ello.

Sin embargo, no me había dado cuenta de cuanto tiempo le dedicaba a cada cosa, hasta que mi computadora se descompuso. No escribir tanto, aunque me hizo extrañar mucho este lugar, me regaló también mucho tiempo para mí. Me hacía falta y me permitió regresar más contenta y mejor dispuesta a seguir opinando locuras, lo malo es que también me hizo repensar mis tiempos.
Creo que me será muy difícil mantener los miércoles de Chat, ya suficiente presión es correr contra el tráfico para llegar a una cita de “negocios-placer”, como para también correr a fin de llegar a mi computadora los miércoles en la noche. Terminaría por no sufrirlo y eso, queridos, eso sí que NO. Sólo hay que hacer lo que nos haga sonreir.

Bien dicen que quien mucho abarca, poco aprieta y, de todos modos, el chiste es estar…

...y aquí estoy.
Besitos

Sex & the city


Quedé de volver a subir parte de lo que publico martes y jueves en el periódico y como hoy publiqué lo que Angie llamaría una minificción sobre el Gober Precioso de Nueva York y eso es continuidad de lo que pusé acá ayer. Pues mejor me quedo en ese tema.
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Así que mejor les cuento de algunos de los secretos que averigüé del changarro de Internet en el que el Exgober Spitzer, hoy más famoso como "Cliente 9" conoció a la hoy famosísima colega Kristen, la cahvita con la que hizo sus travesuras en Gua- chingón(la que aparece en la foto):
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El Emperor's Club V.I.P.

Donde "Todo cliente es un emperador"

En ese sitio se prometía que los servicios del Emperors Club V.I.P. volverían la vida "más pacífica, equilibrada y hermosa, además de dotarla de sentido". Las chavas cobraban desde mil hasta 5 mil dólares la hora (y dicen que yo soy cara), según los diamantes que tenían. (de uno a siete).
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Pero no les digo más porque son chismes, mejor les doy el link para que por su cuenta se den una paseadita por lo que otrora fue la página de ese club de emperadores, a ver que opinan:


Sexo en NY

¿Qué pasa con el mundo?

Nueva York. Lugar sin límites, monstruo, cima, rascacielos, poder, exceso, fiesta, dólares, concreto, locura, ciudad. Nueva York pude serlo todo y no teme disimularlo. Es una ciudad tan grande que puede tener cuanta cosa pueda pasar por la imaginación, no existe la palabra demasiado.

Fui una vez, pero apenas conocí, la neta es que todo esto lo aprendí viendo algunos capítulos de una serie de televisión gringa, Sex and the city, que me recomendaron porque me decían que se trataba de lo que yo hago en el periódico, es decir, de una chava que escribe una columna sobre sexo en Nueva York. El caso es que, al parecer, con todo y todo, sintiéndose la capital del mundo y el ombligo de Babilonia, Nueva York sigue siendo una aldeita regida por sus complejos y doble moral. Puedes hacer lo que se te de la gana, pero perderlo todo si te cachan… ¡Guácala!

Si me equivoco, qué alguien me explique por qué un gobernador tiene que renunciar a su cargo nomás por darse el gustito de pagar por un rato de buen sexo con una coleguita ¡Carajo! Cuándo se dejará de juzgar a la gente y dejarán al mundo coger en paz…

En fin… yo nomás digo...

Besitos
Carrie Bradshaw

No andaba muerta...

Y volver, volver, volver, a tus brazos otra vez…

¿Qué decir?

¿Qué pasa un día, cuando oprimes un botón y la cajita en la que tienes almacenada media vida y recuerdos sencillamente decide no responder? ¿Haces un berrinche o un funeral? No lo sé. No me imagino de vestidito negro, lentes oscuros y lagrimones velando en medio de cuatro lúgubres cirios al cadáver de mi computadora, pero tampoco me veo haciendo la pataleta de mi vida nomás porque a la condenada se le ocurrió abandonarme a mi suerte.

Así que, con el temple que me ha caracterizado, opté por hacer de tripas corazón y volverme, en lo posible, asidua de los cafés Internet. Lo malo es que, si teniendo en mi casa una computadora donde mantenerme en contacto con mi mundito virtual, me costaba trabajo darme el tiempo, hacerlo de nómada fue realmente una odisea.

Lo bueno es que ya la libré. Apenas saqué de su empaque y protecciones de unicel la computadorcita que remplaza, sin sustituir, a la maquinita de mis amores, invoqué a los dioses de la conexión inalámbrica y me puse a escribir estas incoherencias.

No sé. Creo que lo importante, por el momento, es decir que ya estoy de aquí. Encuentro la casita bien cuidada, un poco polvorosa, con las cortinas cerradas, pero lista para abrirse. Espero tenerlos todavía cerca y seguir el cotorreo. A fin de cuentas todo vuelve y, curiosamente, justo cuando comienzan las de semana santa, terminan las vacaciones forzadas, por descompostura de laptop, de esta casita en Internet.

Besitos
La que se fue
P.D. De cualquier modo, les recuerdo mi promoción. Precio especial, no se lo pierdan...

Y volver, volver, volver...

Queridos amigos:
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Por causas de fuerza mayor debidas en gran medida a mi falta de computadora, me he ausentado gacho de esta mi casita virtual.
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Ya entre mañana y el lunes me entregan una nueva compu (yupi, yupi) y podré regresar a las andadas. Acá nos leeremos. De cualquier modo he extrañado horrores andar por acá.
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Para celebrar mi regreso y de pasada como obsequio para los que el ajetreo no les permita, como a mí, escaparse de nuestra querida chilangolandia en los próximos feriados, va la
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PROMOCIÓN
de
SEMANA SANTA
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LLámenme pa' qué les cuete cómo está y échenle un ojo a mis nuevas fotos. 044 55 3142 7494
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Les mando un besotote.
Fer

El Poeta

Un regalo para mi queridísimo amigo Marvin





Se publicó el martes pasado, pero como el Metro no llega allá en la tierra forteriza donde se dan los poetas (pero entre ellos je), pues por este medio le hago participe de una más de las menciones de su nombre en la prensa nacional. Esta vez a proósito de su amiga chilanga.

Besos
Fer