Pijamada

Es viernes, toca cine.

La película se llama “El niño con la pijama de rayas”. A grandes rasgos es la historia de Bruno, un niño de nueve años, hijo de un militar nazi de alto pedo que le toca por trabajo dirigir un campo de concentración con crematorios, al parecer, el de Auschwitz. Desde la ventana de su habitación Bruno ve lo que cree una granja donde la gente sólo viste "pijamas a rayas". Son los prisioneros judíos. Jugando por los alrededores, Bruno conoce a un chavito judío llamado Shmuel y se hacen amigos. No quiero decir nada más que rebele el desarrollo y final de la película, basta con afirmar que es muy conmovedora.

He visto varias películas sobre el holocausto. Todas son, en diferente medida, conmovedoras. Es un tema que nos llega fácil y sin mayor problema nos provoca un nudo en la garganta o nos exprime una que otra legítima lágrima. Nos conmueven fácilmente porque estamos condicionados a deplorar el holocausto, sabemos que estuvo mal y nos escandalizamos de que tanta idiotez haya cabido en la cabeza de quienes defendieron esas ideas, después de todo, está en el pasado y a la historia se le juzga con dureza. Lloramos un poco y después sonreímos pensando ¡Qué bueno que esto fue en otra época y ya está superado! Incluso nos asquean y no entendemos a quienes aún hoy, se atreven a negar o minimizar las atrocidades del holocausto judío. Creo que en Alemania hasta es delito negarlo.

Lo realmente triste de la película es que, además, nos ayuda a entender como, cuando no aprendemos de la historia estamos condenados a repetirla, ese es el más trsite absurdo de la existencia humana. Ojalá pronto podamos ver películas conmovedoras sobre el holocausto palestino y salgamos lagrimeando y seguros de que ya pasó. Será señal de que esa masacre está superada y, al menos en esa tierra, habrá parado el odio y la depredación irracional del hombre por el hombre. Me queda claro, eso sí, que aunque siempre en ambos bandos hayan inocentes, para saber de que lado están los buenos y de cual la tiranía, basta con contar de qué lado están los muertos. Quienes usan trajecitos de casimir y quienes... pijamas a rayas.

¿La película?
¡Muy buena, sin duda!