¡Qué oso! P2


A medio desnudar me hice un lugar entre los monos de peluche, dejé mis zapatos en el piso y me acosté. Él se sentó frente a mí y, tocándose, se puso a darme algunas instrucciones. El cuarto estaba repleto de espejos desde los que me veía a mí desde varios ángulos casi desnuda y a punto de masturbarme en medio de un montón de juguetes.

Fijé la vista sobre mi reflejo en uno de los espejos y comencé a tocarme. En principio, me olvidé que el cliente estaba frente a mí jalándose aquellote, abrí un sobrecito de crema hidratante, cerré los ojos y me frote todo el cuerpo con ella. Acaricié mis senos, los besé, jugué con mis pezones erguidos, pasé los dedos por mi cintura, por mi vientre, mis caderas y mis muslos, poco a poco y sin dejar de complacerme me fui quitando la ropa hasta quedar totalmente desnuda.

Entonces levanté la pelvis y separando las piernas me froté el clítoris dándome de vez en cuando leves pellizcos. Cuando comencé a inundarme saqué el dildo de su estuche y me penetré con él. Estaba tan empapada que aquel juguete entró con facilidad sorprendente. Sentí riquísimo. Lo metía, lo sacaba, lo movía. Sentía tanto placer que me mordía los labios. Entonces, con el dildo dentro, comencé a dibujar círculos deslizando los dedos sobre mi clítoris hasta que tuve un orgasmo brutal. Caí rendida y gozosa. Estaba bastante cansada, pero con la alegría de haberme dado gusto. Me vi en el espejo y me sentí muy bien. Allí estaba yo, con el cabello alborotado, el cuerpo sudoroso, los labios rojos como manzanas y en las mejillas el rubor de un buen orgasmo.

Entonces me quedé mirando a aquel hombre. Fácil tenía sesenta años, pero se veía como un adolescente divertido limpiándose con un kleenex la melcocha de su propio orgasmo. Lo invité a que se acostara junto a mí. Nos quedamos acurrucados entre los peluches varios minutos, luego me levanté y me vestí. Antes de despedirnos con la promesa de volver a vernos, me regaló el dildo y el muñeco que yo quisiera.

Escogí al panda.

Besitos

Fernanda Siempre

3 porras y 2 mentadas:

C. C. dijo...

Me mató el Título "Que oso"

Anónimo dijo...

Dildo con aroma de mujer... y un panda!

No puedo criticar, en gustos se rompen generos, y cualquier idea que nuestra mente albergue.

The cRoW dijo...

muy buena segunda..parte..y final...de la anecdota del oso..mi querida...Fer_zoeh....y pus ora...si no dejaste nada a la imaginacion...je,je,je..feliz fin d semana...salu2 y bso...

...die liebe ist kalter als der tod...