“Fernanda no sea floja, aproveche este retiro y estudie algo acaso le dan miedo las escuelas, o le dan flojera, superese
O que va a trabajar de puta siempre”(sic)
No es el primero y confío en que no será el último que me escribe intentando ofenderme. No lo logran. Mucho menos alguien que al pedirme que estudie, lo hace con varios errores onda quinto de primaria en un par de frases: Preguntas sin signos de interrogación, palabras sin acentos y otras pifias de puntuación. Es gracioso cómo la mayoría de los mensajes que me han enviado tratando de insultarme, llegan plagados de errores.
No me ofende que me recomienden que estudie. Por el contario, la neta es que no he dejado de hacerlo. Por eso leo, escribo y participo en algunos talleres donde trato de tomarme en serio. Por eso trato de aprender y soy humilde, no pensando que sé más de lo que sé, ni que tengo más de lo que necesito. Me intriga, ciertamente, que haya gente que me tire tan mala vibra cuando en lo que cabe yo vivo sin meterme verdaderamente con nadie. Lo cierto es que si les caigo mal, es pedo de ellos. Es cosa de que lo suelten antes de que les reviente un intestino, a mi sus agruras no me quitan el sueño.
No sé si seré puta siempre. Seguramente algún día dejaré de chambear en definitiva, pero putilla, dejar de ser al menos un poquito putilla ¡Caray! La vocación es algo que una nunca deja. En todo caso prefiero ser puta con la frente en alto y la risa en el rostro, que un cobarde sin más nada que odio para repartir.
Gracias por su apoyo y por mandar saludar a mi colega, la mamá del hijo de puta ese…
¡Ay canija vida tan sabrosa!
Besos a todos