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11:30 Voy manejando cuando suena el teléfono. Cerca hay un agente color tamarindo seguramente dispuesto a aplicarle el reglamento a una güerita distraída. Contesto discretamente.

-Hola-
-¿Fernanda?-
-Ella habla-
-Hola Fer ¿Cómo estás?-
-Muy bien ¿Y tú?-
-También muy bien… Oye… ¿Me puedes dar informes sobre tu servicio?-
-Claro, sólo que en este momento voy manejando ¿Puedes llamarme en unos minutos?-
-Sí pero…- Siento que el policía volteará en cualquier momento y no sería la primera vez que tengo que negociar una multa por usar el teléfono mientras conduzco, así que interrumpo al muchacho.
-O puedes ver la información en mi página, allí viene todo…-

Cuelgo, pues odio que me infraccionen. Además, todos los días entran muchas llamadas para preguntar sobre mis servicios, de las cuales pocas, son de gente realmente interesada en contratarlos. Generalmente igual les informo, pero no si eso me pone en riesgo de una multa o cuando estoy con algún cliente. De cualquier forma, por eso en mi página he puesto los detalles de mis servicios.

12:15 Estoy almorzando con una amiga y vuelve a sonar el teléfono.

-Hola-
-¿Fernanda?-
-Sí-
-Hola Fer, soy otra vez yo-
-¿Quién yo?-
-Te hablé hace rato… ibas manejando-
-¡Ah si! Disculpa, es que había cerca una patrulla-
-No te preocupes… oye, ya vi tu página, leí lo del precio y lo que ofreces, pero anda, cuéntame un poquito más del servicio-

Me hacen mucho esa pregunta. La mayoría de las veces creo que es sólo para escucharme decir lo que hago en la cama, no sé si eso divierta a alguien, pero a mí me complica las cosas. A menudo estoy rodeada de gente y me es muy complicado decir al teléfono cuánto cobro y cómo lo hago. Puse la información detallada de mis servicios en mi página precisamente para evitarme darla por teléfono cuando estoy en una situación comprometedora. De cualquier modo, si estoy sola o con gente de confianza, doy la información. Como ese era el caso con el muchacho que me estaba llamando, le respondí:

-¿Cómo qué más quieres saber?-
-Pues todo… si te desnudas toda, si haces posiciones y eso…-

Se nota en las llamadas cuando alguien no ha estado con chicas de mi oficio.

-Sí, me desnudo toda y claro que hacemos posiciones. El chiste es divertirnos-
-Ok. Oye y ¿cómo se le hace? ¿Me voy a un hotel y ahí te espero?-
-Me llamas primero a mí para confirmar una hora y ver si estoy disponible. Ya entonces te vas al hotel, pides un cuarto y me llamas para darme el número. Yo ahí te caigo-
-Ah. Órale… Bueno, pues entonces yo te llamo luego…-

Cuando una llamada termina con “yo te llamo luego”, hay una grandísima probabilidad de que nunca llame de vuelta. Yo te llamo luego es como un sinónimo de “estás muy cara” o de “nomás llamé para dar lata”. Ni modo, gajes del oficio.

14:30 Suena de nuevo el teléfono. Estoy en la puerta del Gym.

-Hola-
-¿Fernanda?-
-Sí-
-Hola Fer, de nuevo yo-
-Hola yo- Esta vez lo reconocí y decidí cortar pronto. –Oye, me agarraste a punto de hacer ejercicio ¿me puedes llamar después?-
-Claro, pero ¡ya estoy listo!-
-¿Cómo?- Pregunté
-Ya estoy en la puerta de un hotel ¿Puedes venir?-

Me sorprendió. Es raro que vuelva a llamar alguien que se despide con la frase “yo te llamo luego”, generalmente un cliente serio lo primero que pregunta es a qué hora y dónde puedo verlo y no cuelga hasta que llegamos a un arreglo, pero éste dijo, te llamo luego y lo hizo. Será la excepción que hace la regla.

-Bueno… ahorita estoy en el Gym- contesté -Sería en unas dos horas ¿Está bien?-
-Sí, está bien, yo aquí te espero-
-Sale, márcame al rato para decirme el número de la habitación que te den-

16:45 Toco a la puerta de una habitación y ésta se abre. Adentro me espera un muchacho muy joven, por teléfono parecía mayor, pero al verlo tan chavito me veo en la necesidad de pedirle que me enseñe al menos su credencial de elector. En esto de la edad tengo mis límites. Nació en 88, así que hago cuentas rápidas y reconozco que ya está en edad de merecer.

Es guapito; me recuerda mucho a Arturo, un novio que tuve en la adolescencia. Incluso, besa muy parecido. ¡Me gusta! Siento cosquillitas en el estómago cuando sus manos tocan mi espalda y sus labios se prenden a los míos. Charlamos un rato entre caricias y coqueteos. Me cuenta que es estudiante y que había estado ahorrando para estar conmigo. Me dan ganas de decirle que con él habría estado gratis, pero le mentiría, por decisión propia nunca me acuesto con chavos más jóvenes que yo. Así que me limito a reconocer que fue una suerte que me llamara.

Nos desnudamos y nos metemos al jacuzzi. Tenemos muchas cosas en común y nos quedamos platicando largo rato. Se acerca y comienza a tallarme la espalda, a besarme el cuello, a acariciar mis muslos. Me besa. Salimos del jacuzzi y nos metemos a la cama. Cierro los ojos y me dejo llevar. Me la estoy pasando de maravilla cuando recuerdo que pensé que la llamada de las 11:30 no era más que un chavo con ganas de dar lata.

-Sigue- le digo -¡Sigue!...- y le clavo las uñas en la espalda.

Besos
Fernanda, siempre

9 porras y 2 mentadas:

Anónimo dijo...

Hola, me gustó tu post. Te leeré con frecuencia.

Anónimo dijo...

Hola, Fernanda. He leído casi todas tus crónicas. He disfrutado con ellos el día de hoy. Te felicito, tienes talento. Sabes, sospecho que eres parte del grupo de mujeres simplemente bellas: bonitas e inteligentes.

Te visitaré con frecuencia. Aunque sólo será a través de la red.

Anónimo dijo...

Solo queda la duda de saber a que hora te fuiste.

Anónimo dijo...

con ese tipo de relatos es como te "conoci",ultimamente me cambiabas mucho el tema en METRO esa es la fernanda que me fasina .

Anónimo dijo...

lo bueno fue que no te toco un gordo horrible como hiba la cronica parecia que te esperaba un gordinflon peludo y espantoso, menos mal que fue un chavo, joven y guapo, de lo perdido lo que aparezca

Carolina Burboa dijo...

¡Sarcasmo, negra, sarcasmo!

Saludos, querida.

Incitatus dijo...

Hola, otra vez yo (pero me acuerdo que es la primera vez que le escribo, en fin, tal vez no lo note). Sabes?, tambien he estado ahorrando para postear en tu blog (qué?!, más bien recuerdo que es la primera vez que entro a su blog, en fin, tal vez no lo note).
Me gustó tu crónica, me parece que es muy bueno tu relato, tienes talento. Espero me des permiso de tallar tu espalda tambien (aunque pienso que quise decir que me deje visitar su blog, pero no mentí ésta vez, en fin).
Bueno Fer, por aquí estaremos visitándote, saludos.

Craneo Rojo dijo...

Nice very nice

Ten una buena semana

Anónimo dijo...

me alegra que regreses a escribir asi, este es el estilo de fernanda y no tanto el que esta usando en el metro.