¿Por sexo o por amor?

La película comienza con la imagen de una bellísima chica en la vitrina de un prostíbulo francés y un hombre que la observa desde la calle.

La chica es Monica Bellucci y su personaje, Daniela, cobra 150 euros por servicio. François, el hombre que la observa, se acerca a mi colega y, después de decirle que acaba de ganar la lotería, le ofrece un salario de 100 mil euros mensuales a cambio de vivir con él hasta que el dinero se le acabe.

La idea es irresistible. Una película que comienza así, cuando menos para mí, promete mucho. Lo malo de las películas francesas es que le encuentran el modo para robarte uno que otro bostezo antes de que lleguen los créditos finales; tanto simbolismo y decoración le hacen perder la oportunidad de sacarle el debido juguito a la cruda realidad de un hombre que le ofrece una fortuna a una mujer bonita a cambio de sexo ¿o de amor? Tiene momentos verdaderamente conmovedores (especialmente para quienes en esto trabajamos), sin embargo, yo la sentí como una película sobre la soledad, pero no sobre la prostitución.

¿Por qué será que las películas sobre el oficio siempre se quedan cortas y cuentan apenas algunas cosillas, principalmente imaginarias, de lo que alguien cree que es el servicio? Tal vez si existan y yo no las he visto, pues tampoco soy de las que van mucho al cine, pero la verdad es que al cine le cuesta trabajo contar lo que hacemos, o cuando menos contarlo bien.

De todos modos me dejó pensando. ¿Qué hacer en un caso así? La idea da para pensar en una historia padrísima. El cuate había ganado 4 millones de euros, así que para bajárselos todos, la chava tendría que vivir con él poco más de tres años.

La cosa es que es sabido que las chicas no nos mueve para actuar el interés, lo que nos importa es el capital (je je je). La idea está buena, pero son de esas cosas que nunca pasan, una amiga escort dijo alguna vez, como consejo, el día que anunció su retiro, que nunca llegará el hombre que se gane la lotería y venga a ofrecértela. Simplemente los que lo harían no se la ganan y los que se la ganan no lo harían.

No lo sé, de todos modos me recordó una historia verídica de un tipo que se ganó la lotería unos días después de enterarse que tenía un cáncer incurable en el estómago. Entonces buscó a una chica que había conocido en la secundaria y de la que había estado enamorado siempre. Puso a su nombre el testamento, dejándole muchos millones, a cambio de que lo acompañara en sus últimos meses de vida. Antes de morir, él le dijo que le agradecía más al cáncer que a cualquier otra cosa, pues era eso y no el dinero, lo que le había dejado conocer la felicidad de tenerla cerca. Ella lloró mucho cuando lo enterró.

(Publicado originalmente el 19 de febrero de 2007)

2 porras y 2 mentadas:

Anónimo dijo...

Hola amiga. Te envío esto para checar como me pediste.

Anónimo dijo...

la verdad yo esperabas mas de la pelicula, me parecio absurda, la peor parte fue la del Gangster bailando con todo y pistola, le doy un 8